Disutópica utopística: septiembre 2009

lunes, 14 de septiembre de 2009

A merced de nuevas tempestades he dejado el bajel, sin preocuparme por consultar brújula o sextante, y me he extraviado en islas de lotófagos y cíclopes. Pero la mar clama trepidante. Trato pues, de retomar el rumbo, buscando el conjuro apropiado para vencer la naúsea del espejo, ese innombrable despojo cuyo lastre suele tornarse tormentoso (valgase lo cacofónico de la frase), lo mismo que sacarse las alas y lanzarse furibundo a la búsqueda de qué se no-yo. Tal vez es este retiempo que se resiste a pasar, a madurar, a envejecer, y que a destiempo, siempre, ejerce ese voluntarioso no: CANSANCIO DEL ESTASIS COTIDIANO.

Hace tiempo (lo juro) que trato en vano curarme de tales delirios, aunque, con un poco de suerte, tal vez pudiera contagiarlos...