Hay días que me enfermó de cordura
y me duele la razón hasta la médula
y los ojos me escuecen de rutina
y las palabras se amargan de simpleza
y la risa se quiebra de fingirla
y el corazón se fuga al fin del mundo
Hay días así
Pero por suerte siempre pasan
y suelo estar sano en mi locura
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